Por Sebastián Levalle
Como Garabombo, el personaje central de la segunda novela de Manuel Scorza, América Latina padeció la enfermedad de la invisibilidad. Ni periférica ni central, Nuestramerica ha permanecido largamente en los límites difusos del pensamiento occidental. Tal como ha afirmado José Aricó (1999) la especificidad de nuestro continente sólo pudo ser concebida como desviación respecto del devenir europeo. La herencia colonial, su carácter social y étnicamente híbrido, su historia discontinua, su sistema económico sumido en el atraso, su pensamiento mítico, e incluso su naturaleza empequeñecida frente a la belleza europea aparecieron en la narrativa de foráneos y nativos como síntomas inequívocos de una anomalía que debía corregirse por todos los medios.
En este trabajo nos proponemos ahondar en los elementos constitutivos de Nuestramérica para trazar el rumbo de algunas de sus actuales transformaciones en los procesos de cambio social en Bolivia, Ecuador y Venezuela. El camino que proponemos nos conduce desde la anomalía hacia la utopía, desde la invisibilidad histórica y epistémica hacia la reconstrucción de nuestras formas primordiales. En el primer apartado reuniremos un conjunto de vehículos conceptuales que nos permitan asir lo específicamente latinoamericano, en la senda de un pensamiento propio. En un segundo momento abordaremos las transformaciones en el proceso histórico y en los horizontes de visibilidad que se produjeron a partir de los ciclos de protesta popular contra las políticas neoliberales en varios países del subcontinente. Por último nos adentraremos en la discusión acerca de las tensiones y los rumbos de los procesos de cambio actualmente en curso en Bolivia, Ecuador y Venezuela.