Por Sebastián Levalle y Luciana Levin D´Angelo
Bajo los surcos de colores que siembran ponchos y aguayos se entrelaza la resistencia circular de los pueblos indígenas. Sus miradas de lana tejen un territorio memorioso, un horizonte de lucha se hilvana en las sonrisas que caminan. Desde los pies hasta la cabeza de nuestro continente las marchas ancestrales una y otra vez se unen contra aquella terca tradición moderna de imponer el norte y la línea recta por sobre los otros mundos posibles.
En este trabajo retratamos algunos de esos rostros que habitan Nuestramerica al calor de la lucha cotidiana por la defensa de la Madre Tierra, por la autonomía política de sus pueblos y por el reconocimiento de sus saberes ancestrales.
Este trabajo fue realizado en Bolivia, Ecuador, México y Perú durante los años 2009 y 2010.
Fotografías y texto: Luciana Levin y Sebastián Levalle.














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