XII Seminario Internaciona Políticas de la Memoria. Mesa 27: Memorias urgentes desde grupos subalternizados en contextos de neoliberalismo

                                                         Las memorias colectivas heredadas, son ontológicamente   contradictorias con la razón neoliberal y esos choques son inevitables y son recurrentes.

                                                                                                                Enzo Traverso

En el debate público de los últimos años, y como correlato de la orientación neoliberal de la política, han tomado un creciente protagonismo acontecimientos que, aun siendo muy dispares entre sí, ubican en el centro de la escena pública a grupos subalternizados tales como: pueblos originarios, inmigrantes de países limítrofes, afrodescendientes, mujeres y disidentes sexuales. Revitalizando discursos e imaginarios sedimentados en el sentido común desde la organización del Estado y la nación a fines del Siglo XIX, las representaciones hegemónicas en torno a estos acontecimientos construyen una polarización que opone por un lado a estos grupos, y por otro, a la nación, asumida como homogénea, eurodescendiente (blanca), cisheterosexual y masculina. Estas representaciones conservadoras rehabilitan en la arena pública discursos y prácticas discriminatorios, violentos y regresivos en materia de derechos y, en ocasiones, llegan a escalar los conflictos hasta el punto en que la otredad resulta intercambiable con la idea de un enemigo interno que amenaza con disolver a la nación.

 La memoria oficial juega un lugar central en la producción de estos dispositivos puesto que, mientras continúa erigiendo a la nación —y a ciertos modelos de ciudadanía— como único sujeto de la historia, niega las vocalidades y agencias que, en disputa o antagonismo, producen otros recuerdos y olvidos. Porque, mientras insiste en ocultar las distorsiones y silencios con los que tanto el Estado como los sectores dominantes diseñaron las matrices de alteridad y subordinación, impide el debate sobre los criterios de inclusión y exclusión. En esta mesa invitamos a pensar diferentes experiencias de campo tanto en Argentina como en América Latina en el marco de esta reemergencia de ideologías conservadoras que hoy constituye un signo de la coyuntura política regional.

En este contexto, tanto el ejercicio comparativo como aquel situado y realizado en profundidad nos permitirán comprender las similitudes y las particularidades de las respuestas que, frente a estas ideologías, han ido cobrando visibilidad pública en distintos lugares del país. Respuestas que acarrean prolongados trabajos de memoria de colectivos y comunidades diferentes, con el fin de producir posiciones políticas, lugares de enunciación, sentidos de pertenencia y proyectos políticos propios. Es este carácter performativo de la memoria para producir sentidos actualizados sobre las actuales reestructuraciones políticas, para presuponer y a la vez reconfigurar pertenencias grupales, lo que la vuelve una tarea central y urgente en un contexto de retroceso de derechos, de individualización de la experiencia social y de mercantilización y despolitización del pasado. Desde sus trabajos de memoria, estos grupos no sólo discuten con las políticas y discursos hegemónicos, sino que establecen sus propios marcos de lo que es político, de quiénes intervienen en esos procesos, y de cuáles son los múltiples mundos por los que luchan para que quepan en uno. Al hacerlo, nos interpelan a quienes trabajamos sobre los procesos de memoria desde la academia, y nos convocan a situar políticamente nuestra práctica.

Es en este contexto de urgencias y de necesidad de entendimientos que proponemos orientar la mesa hacia el análisis de trabajos que piensen a las  memorias subalternizadas como herramientas políticas de resistencia —con capacidad para impugnar el presentismo y el fin de las utopías del neoliberalismo— y de construcción de otros proyectos de futuro. Llamamos a la presentación de trabajos y participación  de investigadores y/o militantes desde las siguientes preguntas orientadoras para el diálogo: ¿Cuáles son los cambios y cuáles las continuidades en las formas en que se establecen las disputas en torno al pasado y los futuros posibles en los proyectos políticos de y relativos a grupos históricamente subalternizados? ¿Cómo incide el  fortalecimiento del modelo neoliberal en la forma que adquieren actualmente estas disputas? ¿En qué medida son resultado de un modo histórico en que los Estados y naciones latinoamericanas produjeron a estos grupos  como excepción y a su lugar como el de víctimas pasivas? Parafraseando a Walter Benjamin, nos preguntamos también ¿Qué recuerdos relampaguean en este instante de peligro en la memoria de los pueblos originarios, de inmigrantes, afrodescendientes, mujeres, colectivos disidentes? ¿Qué nos dicen estos recuerdos no sólo sobre el pasado, sino sobre el presente y las formas de ser juntes que construyen y construimos en torno a ellos? ¿Qué nos dicen sobre sus proyectos políticos? Y por último, ¿Cómo nos interpelan estos discursos a quienes ocupamos roles de investigadores? ¿Qué implicancias, obstáculos, compromisos, contradicciones, preguntas metodológicas y epistemológicas conlleva ser parte de esta arena de disputas en torno a la memoria?