Foro Trawün en Vuelta del Río

El viaje a lo largo de las costas del río Chubut nos sumergió en la comunidad Vuelta del Río, una comunidad mapuche-tehuelche que se asienta en cercanías de sus orillas, en el departamento Cushamen. Esta comunidad es reconocida por su reputación de fortaleza y resistencia que se forjó en la lucha continua contra juicios y desalojos. A nuestra llegada, las familias nos recibieron con brazos abiertos, rondas de mates y tortafritas, en el edificio que construyeron para la realización de una escuela autónoma en la comunidad. Antes del anochecer, nos guiaron hacia los lugares donde armaríamos nuestras carpas y, casi al filo de la medianoche, nos esperaron con un banquete preparado con esmero por las mujeres de la comunidad. 

Daniel Calfupan y Segunda Huenchunao, algunos de los descendientes más ancianos de Ignacio Calfupan, quien levantó el primer camaruco en Vuelta del Río, determinaron que, antes de emprender el trawün, debíamos llevar a cabo un llellipun en el lelfun de la comunidad. Ambos ancianos serían los encargados de levantar esta ceremonia, en las tierras donde, desde tiempos antiguos, se han realizado grandes reuniones y camarucos. Segunda, con gentileza, instruyó a aquellos no familiarizados con la cultura mapuche sobre los protocolos, destacando la importancia de la vestimenta tradicional: las mujeres debían llevar pollera y reboso, mientras que los hombres debían usar txarilonko y makuñ.

La ceremonia comenzó con las primeras luces del alba, a las 5:30 de la mañana. Nos encontramos en el salón comunitario de la lof, para caminar junto con la comunidad hasta la pampa donde se realizaría la rogativa. Las familias estaban preparadas desde temprano, tenían el mudai listo, y un recipiente colmado de yerba y semillas. Los primeros en avanzar fueron aquellos que portaban las cañas destinadas a ser plantadas en el rewe, en el mismo suelo que habían pisado sus ancestros. Las palabras fluían en mapuzugun. Durante la ceremonia, se pidió permiso y se explicaron los propósitos de nuestra presencia, a la vez que se ofrecieron semillas y mudai en reciprocidad con los newen y ngen, sellando compromisos con las vidas que habitaban aquel territorio. Al concluir, se llevó a cabo un pequeño purrun alrededor del rewe.

Una vez en el trawün, Marcelo Calfupan y Silvio Huilinao tomaron la palabra para dar la bienvenida e iniciar la sesión, acompañados por Lautaro Curruhinca de la lof Kurache. El füta trawün, un encuentro trascendental para el Pueblo Mapuche Tehuelche, suele reunir a miembros de diversas comunidades para deliberar sobre asuntos de importancia y definir posturas colectivas. En este contexto, Segunda Huenchunao solicitó ser escuchada y, expresando sus inquietudes acerca de la creciente contaminación del río, introdujo el asunto del encuentro.

En la misma línea, Silvio manifestó su preocupación ante la alarmante contaminación que afecta las aguas del Río Chubut, concluyendo: “Estamos destrozando nuestro planeta, nos estamos destruyendo a nosotros mismos. Si no hay seres vivos en el bosque, no estamos nosotros”.

También se compartió una visión distinta acerca de cómo diagnosticar e interpretar la salud del agua. Uno de los participantes hizo hincapié en que «nuestra gente también sabe cuándo el río está sano, cuándo una laguna está sana». Según el conocimiento mapuche, el entorno del río está lleno de vida, algunas de ellas son conocidas como ngen ko. Estas fuerzas, explicaron en el trawün, se manifiestan de diversas maneras, a veces perceptibles a través de los sentidos, como en forma de animales, cambios en el paisaje, o el surgimiento o la desaparición de una aguada o menoko. La presencia o ausencia de esas fuerzas en el entorno del río indica sus años de abundancia o escasez, los cambios significativos en los caudales de agua o la necesidad de transformar algunos comportamientos humanos. Sin embargo, a medida que el río y sus alrededores se han ido poblando de formas descuidadas y sin las reciprocidades necesarias, las relaciones entre la gente y esos existentes se han ido adelgazando. Por un lado, la gente no sabe codificar como antes sus presencias y ausencias, y, por otro, los ngen estan dejando los lugares. «Los dueños que cuidan el agua se van cuando aparece la contaminación», dijo Segunda Huenchunao. Además, recordó los consejos de los abuelos y abuelas sobre los horarios en los que se podía bañar la gente en el río:

“Íbamos a las 4 de la tarde, porque a esa hora las aguas están más tranquilas… Si íbamos al mediodía algo ibas a ver en el río… Como decimos nosotros está el newen mapu, está el ngen ko, está el dueño del agua y el dueño de la tierra. Los dueños de todo. Por eso los abuelos nos decían que a cierta hora no teníamos que andar”.

Esos vínculos entre la comunidad Vuelta del Río y los ngen ko también se vieron afectados por los pocos metros de costa que fueron quedando bajo su uso y control, particularmente después de la llegada de las estancias de Benetton, «Tierras del Sud». Finalmente surgió el tema de las políticas de forestación de pinos que, en los territorios de la comunidad o vecinos, resultaron en extensas plantaciones que se apropian de las pocas fuentes de agua disponibles.

Fragmentos de entrevistas del Foro Trawün en Vuelta del Río

Segunda Huenchunao, integrante de la lof Vuelta del Río

Silvio Huilinao, integrante de la lof Vuelta del Río

Marcelo Calfupan, integrante de la lof Vuelta del Río

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GEMAS

El Grupo de Estudios sobre Memorias Alterizadas y Subordinadas (GEMAS) es una red de investigadores (docentes y alumnos) pertenecientes a distintos centros universitarios del país. Desde su conformación en el año 2008 se ha venido desarrollando en espacios formales de investigación y extensión, así como en espacios informales de participación política e intercambio de conocimientos.